
Suena el despertador. Vale, no estás contenta, no te levantas como las protagonistas de las pelis estirándote feliz y con el cutis hidratado. No. Tú pareces un gremlin que se tiró a la piscina la noche anterior.
Tu pelo es un desastre y estás de mal humor.
¿Pero quieres que eso se refleje en tu look? Claro que no.
Dale un toque guay con una diadema: es capaz de arreglar CASI todo.

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