Las 5 joyas más caras del mundo.

Prepara tu cartera si quieres comprar una de estas increíbles piezas. Ahora entenderás porque Audrey Hepburn desayunaba frente al escaparate de Tiffany’s en Nueva York.

1. Diamante Hope.

Diamante Hope (también conocido como diamante azul o piedra maldita). Llamado así por el apellido de la familia que lo poseyó en el Siglo XIX. Su intenso color azul se debe a la presencia de trazas de átomos de boro en su composición.

Este diamante de 45,52 quilates tiene una de las historias más curiosas y escalofriantes, no solo por sus orígenes, sino por la maldición que le acompaña a todos aquellos que lo poseyeron, los cuales murieron en extrañas y cruentas circunstancias.

Se dice que fue descubierto en la India, comprado sin cortar por un comerciante francés que más tarde lo vendería a su primer dueño, Jean-Baptiste Tavernier, quien lo vendió a al rey Luis XIV de Francia. Después de venderlo, Tavernier cayó en la quiebra y huyó a Rusia, donde sería hallado muerto de frío y su cadáver devorado por las alimañas.

En el año 1691, Madame Montespan, amante del rey, quiso que Luis XIV le obsequiara con el diamante, poco después, cayó en desgracia y murió olvidada en 1707. Después, en 1715, durante la visita del embajador del sha de Persia, el rey de Francia le mostró el diamante, para que viera que el objeto no podía hacerle ningún mal. Luis XIV murió ese mismo año, de manera inesperada. Con su muerte, muchas personas comenzaron a creer que el diamante (todavía no había pertenecido a la familia Hope; su nombre en ese entonces era «diamante azul») causaba desgracias a su poseedor.

El diamante ha pasado por varias manos a lo largo de los siglos y ha sido propiedad de algunos de los coleccionistas de joyas más famosos del mundo, todos los cuales han sufrido muertes dramáticas, esta relación entre poseer dicho diamante y la muerte es la causante de su misterio, al igual que el de su origen y profundo color azul.

Actualmente, el Diamante Hope se encuentra en exhibición en el Museo Nacional de Historia Natural de Washington D.C. Al ser una pieza de museo el precio de este diamante no es fácil de determinar, pero se presume que el mismo ronda los 300 millones de dólares.

2. Diamante Pink Star.

Diamante Pink Star. Llamado así por su color rosa vívido. Tiene corte oval y según el Gemological Institute of America (GIA) es el diamante más grande de ese color que jamás haya sido expuesto por parte del instituto.

“The Pink Star”, el diamante rosa,  batió todos los récords ya que fue vendido por 71.2 Millones de dólares en Sotheby’s Hong Kong el 04  de  abril de 2017. Se trata del precio más alto pagado por un diamante en subasta.

Por más colosal que nos parezca la suma es de recordar que esta gema excepcional de 59,60 quilates fue ofrecida bajo martillo por Sotheby’s Ginebra por la friolera suma de 83 Millones de dólares en el 2013. Su comprador, el tallador de diamantes de Nueva York Isaac Wolf, representando a un grupo de inversores aceptó de adquirir la gema, pero no consiguió pagarla.

La procedencia de este diamante es africana y fue extraído por De Beers en 1999, la empresa de diamantes con mayor prestigio e importancia a nivel mundial. En su estado en bruto el Pink Star tenía unos 135.5 quilates y más tarde sería tallada y pulida por la compañía Steinmetz Diamonds durante dos años hasta conseguir la piedra preciosa que es en la actualidad.

3. Diamante Wittelsbach-Graff.

Diamante Wittelsbach Graff. De la familia de los diamantes azules que deben su color a la presencia de boro, un elemento químico que, cuando se incorpora en la estructura del cristal, genera una tonalidad azul profunda y vibrante.

Siendo uno de los diamantes azules más grandes y valiosos del mundo, la procedencia de su extracción es aún una incógnita en su historia, así como su primer dueño, quien se supone fue el Rey Felipe IV de España, pero este dato no se mantiene más que como parte de su misterio.

El Diamante Wittelsbach-Graff es un diamante azul de 31,06 quilates que se cree fue descubierto en la India durante el s. XVII, pasando por las manos de varias familias reales europeas.

En 1964, el diamante fue subastado por Sotheby’s en Ginebra y vendido al joyero Laurence Graff, quien lo compró por un valor de 1,4 millones de dólares. En el año 2008  Graff decidió vender el diamante en otra subasta de Sotheby’s, y el precio final alcanzado fue de 24,3 millones de dólares, convirtiéndose en uno de los diamantes azules más caros jamás vendidos en una subasta. La joya fue comprada por un comprador anónimo.

4. Reloj-joya Graff Diamonds Hallucination.

El Reloj Joya Graff Diamonds Hallucination es un hermoso caleidoscopio de diamantes de todos los colores, 110 quilares de gemas de extraordinaria rareza, que además cuentan con una esfera color caramelo en la que se puede consultar la hora.

El mundo de la alta joyería no solo va de anillos, colares y pulseras, los relojes son parte importante de este entramado de lujo y el más caro de todos ellos es el Reloj-joya Graff Diamonds Hallucination. Con más de 110 quilates de diamantes multicolores, todos cuidadosamente seleccionados por su calidad y color, fijados sobre una pulsera de platino, este reloj de pulsera tiene un valor actual de más de 55 millones de dólares.

Fabricado por Graff Diamonds, una de las joyerías más reconocidas y prestigiadas del mundo de la alta joyería, fue presentado en la Feria Internacional de Relojería y Joyería de Basilea en 2014, y rápidamente se convirtió en una de las joyas más caras del mundo.

5. Collar de diamantes L’Incomparable.

L’incomparable es un collar con un diamante amarillo tallado de 407 quilates, que destaca junto a otros 90 blancos de menor tamaño, que sumados nos da otros 229 quilates.

El collar de diamantes L’Incomparable es un testimonio de la belleza y la rareza de los diamantes de alta calidad y la artesanía excepcional que se utiliza para crear joyas de alta gama. Siendo una impresionante pieza de joyería el diamante principal de este collar es único en el mundo y a pesar de ello, la pieza incluye también un total de 90 diamantes blancos en su diseño.

El diamante amarillo de talla marrón que compone esta pieza es de 407,48 quilates, y fue descubierto en la década de 1980 en la República Democrática del Congo y se calificó en 1984 como perfecto. En un principio se desechó junto a un montón de escombros procedentes de las minas considerando improbable que contuvieran diamantes, pero se equivocaron. Entre toda la escoria, se encontraba un diamante de 180 g (890 quilates)

Fue cortado y tallado durante cuatro años para formar parte de este collar, ideado por la casa de joyería Mouawad. El resultado fue un diamante de talla marrón dorada con un tamaño impresionante y una claridad excepcional.

Este collar se presentó por primera vez al público en la Feria Internacional de Joyería de Basilea en el año 2013 y se convirtió rápidamente en una de las joyas más caras del mundo.. Valorado en 55 millones de dólares y registrado en el Libro Guinness de los Récords como el collar más valioso del mundo en 2013.

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