
Analizamos La sustancia, uno de los fenómenos de la temporada escrita y dirigida por Coralie Fargeat que cuenta con Demi Moore y Margaret Qualley como pareja protagonista.
La sustancia gira alrededor de Elisabeth Sparkle, una actriz de Hollywood en horas bajas que, tras sufrir un accidente de coche, recibe un misterioso mensaje que promete cambiar su vida. Si se inyecta el componente que pone nombre al título, de Elisabeth surgirá una versión más joven, más guapa y más perfecta.
Más allá del anónimo emisor, de quien no sabemos nada ni falta que hace, este particular pacto con el diablo viene acompañado de unas instrucciones de uso que hay que cumplir a rajatabla.
El problema de las reglas, como ocurriera en Gremlins, es que están ahí para romperse. Aunque se subraye la importancia de que ambas deben alternarse en el tiempo (una semana para cada una), intuimos desde el principio que esto no será así. La duda surge de si será Elisabeth o Sue (el nuevo alter ego) quien traicione a su otra parte.
Ya en su ópera prima, Revenge, Coralie Fargeat llamó poderosamente la atención con una sanguinolienta historia en la que denunciaba la violencia ejercida contra las mujeres. En aquella ocasión, una joven era violada por un amigo de su amante quien la arrojaba por un precipicio ante la insistencia de ella por presentar una denuncia. Dada por muerta, Jen (Matilda Anna Igrid Lutz) se levantaba para vengarse de semejantes desgraciados. La sustancia juega en la misma liga que Revenge pero la cineasta parisina se nutre del body horror para construir su particular sátira. Al más puro estilo David Cronenberg, Fargeat sitúa al monstruoso enemigo de la humanidad dentro del propio cuerpo. La dictadura del edadismo impuesta por la sociedad patriarcal ha excluido históricamente a las mujeres cuando estas dejan de ser jóvenes y apuestas. Tratadas como objetos, como carnaza, la fecha de caducidad es un obstáculo insuperable.
Fargeat provoca al espectador tratando de despertar conciencias. La sustancia es una película extrema que busca incomodar desde el primer momento. Los fluidos, la sangre y las vísceras contrastan con una belleza que oculta algo mucho más oscuro. Al igual que sus personajes, Coralie Fargaet se alimenta de grandes nombres (Vértigo o Carrie incluidos) para mutar en busca de su propia identidad.
LO MEJOR
+ El ímpetu de Coralie Fargeat a la hora de criticar la dictadura del edadismo.
+ La perfecta simbiosis entre Demi Moore y Margaret Qualley, dos caras de una misma moneda.
+ La capacidad que tiene La sustancia de alterar nuestros sentidos provocando absoluta repulsión
LO PEOR
– No es una película apta para estómagos delicados.
– Que, en algunos casos, los árboles (el horror corporal) no deje ver el bosque (espíritu crítico).
– El desatadísimo último acto puede resultar un tanto caricaturesco.
Buen consejo! Y totalmente de acuerdo en que no es apta para todos los estómagos je je je.